La inserción laboral de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo es uno de los ejes sobre los que se asienta nuestra labor. Desde la Fundación Amanecer trabajamos en la formación para la consecución de empleo, creamos alianzas con Centros Especiales de Empleo y empresas para lograr que las personas usuarias obtengan un trabajo digno, pero no es la única vía para ello.
El pasado 11 de enero tuvo lugar la convocatoria para opositar y optar a una de las 455 plazas ofertadas como personal laboral fijo del grupo profesional E0 en la Administración General del Estado (AGE) para personas con discapacidad intelectual o del desarrollo.
Discapacidad intelectual y oposiciones para el empleo público
El acceso a empleo público se consigue a través de un examen en el que participan todas las personas aspirantes. El Estado ofrece un número determinado de plazas y aquellas personas que logren una calificación superior, serán quienes las ocupen.
Desde 2011, y solo en nuestro país las administraciones públicas se han fijado por ley la obligación de reservar un 2% de sus empleos para que personas con discapacidad intelectual opten a estos empleos tras aprobar la correspondiente prueba de oposición.
Para poder presentarse a las oposiciones, se deben cumplir los siguientes requisitos:
- Tener la titulación exigida para cada oposición.
- Poseer la nacionalidad española o la de un Estado miembro de la Unión Europea o del EEE (Espacio Económico Europeo).
- Tener 16 años cumplidos y no superar la edad máxima de jubilación forzosa.
- Poseer la capacidad funcional necesaria para el desempeño de las funciones del cuerpo correspondiente.
- No haber sido separado del servicio mediante expediente disciplinario.
- No encontrarse inhabilitado para el ejercicio profesional o el acceso a funciones o servicios públicos.
Y en el caso de las oposiciones para personas con discapacidad intelectual o del desarrollo, estas deben tener reconocida de forma oficial una discapacidad intelectual igual o superior al 33%.
En términos de igualdad, es importante destacar que tan solo 2 de cada 10 personas con discapacidad intelectual o del desarrollo tienen trabajo, por eso debemos apostar por el empleo digno y de calidad para todas las personas, acompañar en la formación y ofrecer los apoyos necesarios para que la inclusión laboral sea una realidad.
Las oportunidades laborales a este grupo de personas contribuyen a mejorar su calidad de vida, autonomía y bienestar emocional. Porque el trabajo no solo se traduce en estabilidad económica, también es reconocimiento, pertenencia y motivación para la superación personal. Estas oportunidades impactan de manera positiva en las familias, el entorno y la sociedad en su conjunto.
Oposiciones de 2025 para personas con discapacidad intelectual o del desarrollo
Como hemos mencionado al principio de este artículo, el 11 de enero de este mismo año se llevaron a cabo unas oposiciones para personas con discapacidad intelectual o del desarrollo.
De acuerdo con los datos del Ministerio de Función Pública, se presentaron 4.260 personas a los exámenes de Sevilla, Zaragoza, Madrid y A Coruña.
Tres personas con discapacidad intelectual de la Fundación Amanecer se presentaron al examen tras varios meses participando en un grupo de preparación para oposiciones de la Fundación A La Par.
Tanto para la preparación como para el propio examen, es importante que el contenido esté adaptado, cuente con lectura fácil y se pueda adaptar a las necesidades de cada persona. Para que alguien pueda presentarse a una convocatoria, debe conocer bien el temario y poder aplicarlo, por eso mismo es tan importante la labor de quienes acompañan en el proceso de preparación de las oposiciones: deben poseer herramientas suficientes y necesarias para lograr que los y las aspirantes obtengan los conocimientos para dicha oposición.
Y por supuesto, los empleos obtenidos deben contar con las adaptaciones y facilidades necesarias para que las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo puedan desarrollar sus tareas de manera adecuada. Esto es un requisito indispensable en cualquier empleo, y también para aquellos obtenidos a través de procedimientos públicos.
Por nuestra parte, seguiremos trabajando para lograr que las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo tengan acceso a trabajos dignos y remunerados que permitan una vida autónoma e independiente.