Hoy os queremos hablar sobre los talleres ocupacionales que desarrollamos en Fundación Amanecer. Más allá de ser una actividad diaria que afianza la rutina y la estabilidad, estos talleres están enfocados en desarrollar habilidades personales, sociales y profesionales. Son espacios llenos de esfuerzo, creatividad y crecimiento. Y lo mejor es que son los propios usuarios y usuarias quienes nos lo cuentan.
¿Por qué son importantes?
Como hemos hablado en otras ocasiones, fomentar la autonomía de las personas con DID es fundamental para su autoestima y su desarrollo personal. No se trata solo de aprender a hacer una actividad concreta, sino de trabajar la confianza propia, tomar decisiones, participar de forma activa en la vida diaria y desarrollar una identidad personal.
En los talleres ocupacionales, las personas participantes crean sus propias piezas, estimulan su atención y su poder de decisión, practicando al mismo tiempo las habilidades motoras y de precisión necesarias para el desempeño de las tareas. Cada tarea implica una planificación previa, una ejecución y una evaluación, lo que contribuye a ejercitar el pensamiento crítico y la resolución de problemas.
Además, estos espacios impulsan la convivencia, el trabajo en equipo y la comunicación, elementos esenciales para la integración social y fortalecer los vínculos con los demás. La satisfacción de ver el trabajo terminado, de saber que será utilizado y valorado por otras personas, es también un factor importante para su autoestima.
¿Qué piensan los y las protagonistas?
Veamos cómo viven esa experiencia los verdaderos protagonistas: nuestros usuarios y usuarias nos hablan de sus productos.
· Jesús, del taller de montaje, pintura y acabados, nos habla del proceso de fabricación de un dedalero: “Estoy trabajando en una puerta de un dedalero, es un artículo para coleccionar dedales, además sirve para adornar la casa. Esto lo hacen en carpintería, cortan la madera, la encolan y luego lo suben al taller de acabados donde se le da cera. Podéis encontrar este producto en la web, en mercadillos o a través de amigos y familiares.”
· Ana Pérez, del taller de costura, nos habla de la variedad de tamaños y colores de sus productos: “Esto es una cinta que se hace para poner las llaves aquí, primero se cosen unos determinados centímetros y luego para que no se te salga la llave, se cose por aquí. Tenemos por lo menos diez colores y varias medidas, para mayores y para niños. ¡Y que no se le pierda a nadie la llave!”
· Ismael, del taller de carpintería, nos enseña un coche de juguete: “Aquí tenemos un coche de madera, cada pieza que hacemos aquí se lija mucho, por ejemplo las ruedas, para que los bordes no queden muy sueltos. Es un juguete para niños y niñas, sostenible, y lo hacemos aquí.”

Jesús, Ana e Ismael son conscientes del valor de su trabajo y del impacto que puede tener en la vida de otras personas, además de transmitir el cariño que han puesto en él.
Una variedad enorme de creaciones
Todas las piezas que realizan los usuarios y usuarias del centro están disponibles para su venta, en la web, mercadillos solidarios o en el propio centro. Son piezas únicas, hechas a mano con mucha dedicación. Cada una de ellas representa no sólo una habilidad adquirida, sino también una historia personal y un ejemplo del potencial de sus creadores.
Más que talleres: espacios de empoderamiento
En Fundación Amanecer creemos que las personas con discapacidad tienen derecho a una vida plena, activa y con sentido. Y los talleres ocupacionales son una herramienta fundamental para lograrlo. No solo desarrollan capacidades, sino que construyen confianza, fomentan la autodeterminación y generan oportunidades reales de inclusión social y laboral.