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Apoyo y comprensión en la discapacidad intelectual por parte de la familia

Apoyo por parte de la familia

Las familias son el pilar fundamental en la vida de todas las personas, y este papel cobra aún mayor importancia cuando se trata de familias con un miembro con discapacidad intelectual.

¿Te has parado a pensar en el papel que juega el entorno en la inclusión tanto social como laboral de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo? La manera en la que aprenden a relacionarse, la forma de afrontar los distintos retos de la vida, la participación en la sociedad… La familia tiene un papel importante en todo ello. Hoy, venimos a desgranar el papel de la familia para la autonomía y aprendizaje de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo.

La importancia de generar unos vínculos saludables

Hace unos meses, tuvimos el placer de contar con un taller impartido por Álvaro Sanz García, psicólogo de la Fundación Amanecer en el que se abordaba, precisamente, todo el tema relacionado con las familias y los vínculos. De dicho taller, sacamos en conclusión la siguiente afirmación: cuando naces, las personas de tu entorno, tus personas referenciales, se vinculan contigo de una manera concreta. Por lo que en los primeros años de vida, tú también aprendes a vincularte de una forma específica.

Los comportamientos que asumimos con nuestros familiares, determinan los vínculos que se generan, y estos pueden ser saludables y positivos o, por el contrario, vínculos conflictivos. De estos últimos, los más comunes son:

  • Vínculos de sobredependencia, en los que la dependencia es tan potente que la persona no es capaz de diferenciar dónde empieza la familia y dónde termina uno mismo.
  • Vínculo de desligamiento: La persona asume que no es alguien importante para sus familiares y aprende a dejarse llevar sin resistir esa realidad que, por lo que entiende, no cambiará nada.
  • El miedo a que pase algo: Si sentimos que nuestro familiar es más vulnerable ante ciertos problemas en la vida, transmitimos ese temor y, muy probablemente la persona termine entendiendo que necesita a sus familiares para estar protegida.
  • El vínculo hostil: Por desgracia, hay quienes son incapaces de gestionar lo que sienten ante la realidad que sus familiares están viviendo, por lo que terminan enredándose con la persona con discapacidad intelectual o del desarrollo y asumen un trato hostil con ella.
  • Depresivo desmotivado: La persona con discapacidad recibe que nadie puede esperar nada de esa persona, por lo que se convierte en alguien “inútil” y deja de buscar mejorar y avanzar en tareas que favorezcan su independencia.

Sabemos que esto suena dramático y negativo, pero no todo es así, existen vínculos saludables y familias que aprenden a comportarse con sus hijos, primos, hermanos y, en definitiva, seres queridos con discapacidad intelectual o del desarrollo, ayudándoles a impulsar todas sus capacidades, habilidades, autonomía e independencia, sin importar su condición. Y precisamente por eso, es fundamental el papel de aquellas personas que son referentes desde la infancia.

El papel de la familia para una vida independiente

Conociendo ahora la repercusión que las familias tienen en el desarrollo de las personalidades y vínculos personales de cada uno, ¿Crees que podemos hablar de vida independiente sin tener en cuenta el factor familiar? No.

Más allá de ser un núcleo de amor y apoyo incondicional, las familias se convierten en una fuente de comprensión y guía a lo largo del camino de la persona con discapacidad, brindándole las herramientas necesarias para alcanzar su máximo potencial.

Ahora bien, ¿cuáles son los pilares que una familia puede colocar en la vida de cualquier individuo para garantizar su autonomía y correcto desarrollo?

  • Amor incondicional y aceptación: La base fundamental de cualquier familia fuerte es el amor incondicional hacia todos sus miembros, incluyendo a la persona con discapacidad intelectual o del desarrollo. Nos cuesta mucho pensar en una familia que no cuente con este amor incondicional para todos sus miembros. Y aún así, es fundamental recalcar que es esencial sentirnos queridos y valorados siempre por nuestras personas de referencia.
  • Comunicación abierta y efectiva como base central de todas las interacciones que aprendemos a tener desde el momento en el que nacemos. Es importante fomentar una comunicación abierta y honesta donde todos los miembros se sientan cómodos para expresar sus sentimientos, necesidades y preocupaciones.
  • Trabajo en equipo y colaboración: La discapacidad intelectual puede presentar desafíos que requieren del esfuerzo conjunto de toda la familia para superarlos. Trabajar en equipo, colaborar y apoyarse mutuamente es fundamental para afrontar las dificultades y celebrar los logros juntos.
  • Búsqueda de apoyo y recursos. No hay una familia perfecta ni que tenga todas las respuestas. Reconocer esto y buscar ayuda cuando sea necesario es un signo de fortaleza.

En resumen, las familias fuertes son aquellas que se basan en el amor, la comunicación, el trabajo en equipo, la resiliencia y la búsqueda de apoyo. Todo esto dará lugar a un entorno seguro donde cada individuo pueda crecer y aprender sin ser juzgado.

Como familiares y entornos cercanos, tenemos un papel fundamental en la inclusión de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo. Además de aportar todos aquellos pilares que hemos mencionado anteriormente, nuestra labor va más allá: somos los encargados y encargadas de favorecer la autoestima y la autoconfianza de aquellas personas a las que apreciamos.

Además, ¿quién mejor que nosotros y nosotras para defender los derechos de la persona con discapacidad intelectual? Podemos informarnos, concienciar, divulgar, realizar actos, llevar nuestras peticiones a las altas esferas, comunicar en redes sociales y en entornos cercanos, asociarnos con otras entidades… Tenemos al alcance de nuestras manos multitud de herramientas y posibilidades para, por fin, defender los derechos de quienes nos importan.

Herramientas y recursos

No olvidemos que las familias de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo no estáis solas, y existen una gran variedad de recursos y ayudas que podéis utilizar para gestionar mejor tanto la situación que os toca vivir como la independencia de vuestros seres queridos.

En primer lugar, os recomendamos pedir ayuda y dejaros acompañar por profesionales que tengan los mismos objetivos que vosotros: la máxima autonomía posible. Haced preguntas, contactad con asociaciones y fundaciones, pedid asesoramiento… Estamos aquí para ayudaros a lograr una vida más fácil y sencilla, y juntos y juntas seguro que podemos lograrlo.

Además, os aconsejamos estar al día de todo lo que pasa en torno a la discapacidad. Para ello, Plena Inclusión será vuestro portal de referencia de noticias, eventos, etc.

Y por supuesto, también podéis encontrar ayuda en los centros educativos y de atención temprana, los servicios de salud, servicios sociales y las empresas de inserción laboral.

Queremos recalcar la importancia de vuestra labor y el impacto que tiene sobre vuestros familiares, pero no sin antes recordaros que no estáis solos ni solas, estamos aquí para acompañaros, ayudaros y apoyaros siempre que sea necesario.

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