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Residencias de ancianos adaptadas a la discapacidad intelectual o del desarrollo

residencias de ancianos

Hay algo de lo que ninguna persona se salva: el paso de los años. A finales de los años 70, en España empezamos a dar uso a las residencias de personas mayores, y con el paso del tiempo, su número de residentes ha ido creciendo. Ahora bien ¿Te has parado a pensar qué pasa con las personas mayores que, además, cuentan con una condición de discapacidad intelectual o del desarrollo? Vamos a hablar de sus necesidades que, en muchas ocasiones, son silenciosas.

profesionales especializados

En primer lugar, y como sucede en todos los ámbitos de la vida, es esencial que el personal que trabaja en una residencia acompañando a personas con discapacidad intelectual o del desarrollo, esté preparado para gestionar las distintas situaciones que pueden surgir.

No podemos olvidarnos de algo esencial: por regla general, las personas que se encuentran en una residencia, son personas con un grado de dependencia elevado, pero además, estamos hablando de personas que ya, durante toda su vida, se han visto con la necesidad de estar acompañadas en muchas situaciones.

acompañamiento

En muchas ocasiones, aún hoy, hay quien sigue pensando que la residencia es un lugar en el que se “aparca” a quien va a vivir allí, pero nada más lejos de la realidad. Muchas veces la vida no nos da tregua y es completamente imposible conciliar de forma responsable los cuidados con otras tareas imprescindibles del día a día, por lo que recurrir a una residencia es una muy buena opción si buscamos que la persona se sienta acompañada.

Y esto nos hace reflexionar sobre esta realidad y poner sobre la mesa algo que es esencial: Cuando hablamos de residencias, hablamos de acompañamiento, de huir de la soledad no deseada. Hablamos de lugares perfectamente diseñados para que las personas tengan todas sus necesidades vitales y sociales cubiertas. 

En esta línea, es fundamental, como ya veníamos mencionando en el punto anterior, que el personal esté completamente capacitado y que, además, se comprometa con su labor y ofrezca un trato digno a las personas con las que trabaja.

Salud

Como ya sabemos, la salud es algo que nos preocupa. Todas las personas merecemos cuidados dignos de nuestra salud tanto física como mental y no podemos olvidarnos de que las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo también tienen una salud que debe ser cuidada.

En este sentido, es esencial que se dé una atención impecable para que cualquier síntoma o rareza pueda ser tratada a tiempo. Y de esta forma, volvemos a reivindicar la importancia de contar con personal cualificado y preparado que sea plenamente consciente de las personas con las que trabaja.

Programas y actividades inclusivas

Las residencias de ancianos adaptadas deben ofrecer programas y actividades inclusivas que fomenten la participación y la integración de todos los residentes. Esto puede incluir talleres de arte, música, terapia ocupacional y actividades recreativas adaptadas a las capacidades individuales. Estas actividades no solo promueven el bienestar físico y emocional, sino que también fomentan la interacción social y la sensación de pertenencia en la comunidad.

Inclusión sin exclusión

En definitiva, el personal, las instalaciones y todo el entorno que rodea a las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo, debe ser inclusivo. Si una residencia no está adaptada para que todo tipo de personas vivan y pasen su tiempo en ella, no es un lugar inclusivo y, por lo tanto, no debería acoger a personas con condición de discapacidad ya que su calidad de vida se va a ver reducida.

Con esto no queremos decir que los espacios no deberían acoger a dichas personas, sino que es necesario reestructurar esas residencias y crear más que cuenten con unas condiciones impecables para que las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo puedan tener la opción de residir en un lugar en el que se respetan y cubren sus necesidades.

Las residencias de ancianos adaptadas para personas con discapacidad intelectual o del desarrollo son una necesidad imperante en nuestra sociedad.

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