A lo largo de todo el tiempo que llevamos comunicando desde la Fundación Amanecer, hemos prestado especial interés en hacer llegar lo más lejos posible la inclusión. Sabemos que vivir en un mundo inclusivo y accesible es clave para que todas las personas puedan disfrutar de su autonomía y vida en tranquilidad. Aunque hay algo de lo que no hemos hablado tanto: La inclusión dentro del hogar.
Hemos hablado de lectura fácil, de lugares accesibles, de ocio inclusivo, de deporte, de arte… Y ¿qué pasa con los hogares?
¿Por qué es importante promover la inclusión en el hogar?
Los hogares deben ser espacios seguros y son lugares de referencia donde todas las personas aprendemos las normas y comportamientos que asumimos más adelante en la sociedad.
Por eso es necesario que promovamos la inclusión dentro de ellos, especialmente cuando convivimos y compartimos espacio con personas con discapacidad intelectual o del desarrollo. Promover esta inclusión dentro, se refleja después de puertas para afuera.
Un hogar inclusivo reconoce la dignidad inherente de cada persona, independientemente de sus capacidades o limitaciones. Esto se traduce en un trato respetuoso y considerado hacia todos los miembros de la familia, creando un ambiente donde cada uno se siente valorado y apreciado, y reforzando también los lazos y las relaciones intrafamiliares.
Además, los valores y las prácticas de inclusión que se aprenden en el hogar se extienden a otros ámbitos de la vida, contribuyendo a construir una sociedad más justa e inclusiva para todas las personas.
Un hogar inclusivo, también es el que acompaña en el proceso de aprender cuáles son los deberes que cada persona debe asumir en su vida diaria, deberes que van desde las tareas cotidianas de convivencia en el hogar, hasta aquellos que debemos cumplir en espacios públicos.
Y por si fuera poco, un hogar inclusivo anima a las personas con discapacidad a participar en actividades sociales, culturales y de ocio, enriqueciendo su vida y ampliando sus oportunidades.
¿Qué podemos hacer para promover esa inclusión en nuestros hogares?
Y sabemos que no todo es tan sencillo, fomentar la inclusión abarca muchos aspectos de la vida, hoy queremos ayudarte con algunas pautas que pueden ayudarte en determinadas situaciones:
Lo primero que debemos tener en cuenta cuando hablamos de hogares inclusivos, es la necesidad de escuchar y comprender. Convivimos con personas con discapacidad intelectual o del desarrollo (DID), y a veces hay a quien se le olvida que esas personas también tienen opinión y poder de decisión. Es nuestro deber ofrecer un espacio seguro para poder expresarse libremente y ser escuchados. Sentir que formamos parte de un mismo núcleo y que nuestra opinión es relevante, es fundamental para un correcto desarrollo y una fuerte autoestima.
Eso sí, debemos hacer a las personas con DID conscientes de sus derechos para que estos sean respetados y tenidos en cuenta. Y, por supuesto, no podemos olvidarnos de sus obligaciones. En este sentido, deben participar en las tareas de la casa (limpiar, cocinar, hacerse la cama, poner la mesa, doblar la ropa, comprar…), favoreciendo de este modo la autonomía y permitiendo que se ejerzan los labores de forma independiente.
Y, por supuesto, no podemos olvidar las obligaciones. Vivimos en un mundo en el que no solo disfrutamos de derechos, sino que también existen obligaciones que debemos cumplir tanto dentro como fuera del hogar, y fomentar la inclusión implica también hacer conocedoras a las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo de esas obligaciones y permitir que se cumplan.
Cuando hablamos de derechos y deberes, es importante que no se queden en un marco teórico en el que ponemos con palabras estos aspectos y nos olvidamos del resto. No. Hablamos de ponerlo en práctica, de hacer a las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo, completamente partícipes de los mismos y de aportar valor a lo que realmente debemos tener en cuenta: la vida individual de cada persona.
Ahora bien, ¿cómo podemos comunicar esos aspectos tan relevantes? Siempre es esencial que seamos capaces de adaptarnos a nuestro interlocutor, en este sentido, es mejor si utilizamos un lenguaje claro cuando nos dirigimos a las personas con DID, evitando tecnicismos o palabras difíciles de entender y estando siempre abiertos y abiertas a dar las explicaciones pertinentes siempre que sea necesario.
También es importante reconocer y celebrar los logros de cada uno de los miembros de la familia, permitiendo así que el ambiente en el que vivimos sea cercano y aprendamos a expresar y comunicar todos aquellos avances que logramos. Si trabajamos desde el rechazo, regaño o poca empatía, conseguiremos el efecto contrario y generaremos distancia entre la familia. ¡Es momento de celebrar!
Y a todo esto, le vamos a dar un matiz que puede parecer sutil pero es muy importante: Olvidémonos de los roles de género. Sabemos que vivimos en una sociedad en la que, por desgracia, aún hay quien cría de manera diferente a un niño de una niña, y aunque intentemos evitarlo, muchas veces seguimos patrones similares sin darnos cuenta. Es imprescindible huir de esas conductas y generar un entorno sano en el que cada persona, sin importar su género, cumpla con sus obligaciones y sea capaz de disfrutar de sus derechos.
Inclusión desde la Fundación Amanecer
En la Fundación Amanecer acompañamos, no solo a las personas usuarias que acuden a diario a nuestro centro, sino también a sus familiares y círculos cercanos, porque entendemos que la inclusión y la accesibilidad son aspectos que atraviesan por completo nuestras vidas y todas y todos debemos aprender a manejarlos y tenerlos en cuenta en cualquier situación.
Hay algo que tenemos claro: la participación de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo en la vida y quehaceres diarios es la mejor manera de lograr que su voz tenga peso en sus familias y por ende, avanzar hacia una inclusión real que abarque cada uno de los aspectos de esta sociedad.
Por eso, contamos con multitud de talleres que ayudan a potenciar esa autonomía e inclusión, entre ellos, puedes encontrar el taller de cocina del que ya te hablamos en el post #VocesQueCuentan: La autonomía de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo; pero también llevamos a cabo otros talleres y actividades como el orden en armarios, hacer la cama, compras, aseo, etc.
Si quieres conocer más sobre accesibilidad, te dejamos todos los artículos relacionados con esta temática de nuestro blog. Y, además, puedes visitar la web de Plena Inclusión Madrid, donde encontrarás mucha información relevante y que puede servirte de ayuda si quieres seguir aprendiendo sobre esta materia.