El 8 de marzo es, desde hace años, un día de reivindicaciones internacionales. Son muchas las mujeres que han luchado por la conquista de derechos y hoy no queda más remedio que seguir trabajando por cada uno de los pasos que se da hacia la igualdad, y, sobre todo, seguir concienciando. Y para eso estamos hoy aquí.
Porque, a pesar de todo el avance que se ha conseguido hacer, de todas las conquistas que se han logrado, hay algo que nos preocupa, y es la posibilidad de que una lucha social tan importante como es el feminismo, pueda olvidarse de un gran número de mujeres que sufren una discriminación todavía mayor: las mujeres con discapacidad. En concreto, las mujeres con discapacidad intelectual o del desarrollo.
En el post: Discapacidad y feminismo, una cuestión transversal, ya mencionamos cómo afecta la violencia de género a las mujeres con condición de discapacidad intelectual o del desarrollo y estuvimos reflexionando acerca de esta realidad, hoy venimos a darle otro enfoque al mismo tema: la inclusión laboral.
¿Existe el techo de cristal?
Para quienes aún no estén familiarizados con este término, el techo de cristal hace referencia a las barreras invisibles que impiden a las mujeres ascender a puestos de alta dirección y liderazgo en las empresas, organizaciones e instituciones, estancándose así en determinadas posiciones frente a sus compañeros. Por supuesto no pasa en todos los casos y depende mucho de la gestión de las empresas.
Y por si no lo habías pensado hasta ahora, el techo de cristal está todavía más bajo cuando hablamos de mujeres con discapacidad intelectual o del desarrollo. Y aquí tienes algunos datos para demostrarlo: Solo el 17% de las mujeres con DID tienen un empleo, en comparación con el 57% de las mujeres sin discapacidad. (OIT, 2021)
¿Por qué sucede esto? ¿Cómo podemos combatirlo?
Los estereotipos son una gran fuente de discriminación, de eso no cabe duda. Y además, existen un cúmulo de situaciones que pueden darse al mismo tiempo y fomentan, a largo plazo, una inestabilidad o dependencia total de la persona con discapacidad. Ya hemos hablado en otras ocasiones del papel de la familia, de la inclusión laboral y de la importancia de contar con herramientas tecnológicas que faciliten la accesibilidad, aunque si quieres saber más sobre estos temas puedes profundizar en:
- Apoyo y comprensión en la discapacidad intelectual por parte de la familia
- Inclusión laboral: Abriendo puertas a la diversidad y al éxito
- Tecnología Accesible: Herramientas para la inclusión
En cualquier caso, hay algo que está claro: La sociedad necesita más información, más concienciación, divulgación y, sobre todo, más compromiso. Porque, como ya hemos comentado en innumerables ocasiones: la discapacidad no define ni frena, una persona con discapacidad puede desempeñar un trabajo con total eficacia, siempre y cuando sea el adecuado a su formación y cuente con los medios apropiados para el desarrollo efectivo del mismo.
Así que si, la discriminación y la desigualdad se pueden combatir con educación, con implicación activa en la inclusión social y laboral, con acompañamiento y, sobre todo, con una labor fundamental que podemos desarrollar todas las personas que es la de divulgar, ya sea en círculos cercanos o de forma más abierta y pública.
Inclusión laboral de mujeres con discapacidad intelectual o del desarrollo
Recordemos algo fundamental: el empleo no solo es una fuente de ingresos, sino también un factor fundamental para la autoestima, la independencia y la participación social de las mujeres con discapacidad intelectual o del desarrollo.
Como personas individuales, tenemos en nuestras manos la posibilidad de:
- Concientizar a la sociedad sobre las capacidades y el potencial laboral de las mujeres con DID.
- Capacitar a las empresas en materia de inclusión laboral y discapacidad.
- Formar a las mujeres con DID en habilidades para el trabajo.
En conjunto con otras entidades, podemos:
- Ofrecer apoyo individualizado a las mujeres con DID en la búsqueda de empleo.
- Adaptar los puestos de trabajo a las necesidades específicas de cada persona.
- Proporcionar servicios de apoyo durante la jornada laboral, como acompañamiento o asistencia técnica.
De forma más organizacional, existen muchas opciones como:
- Ofrecer incentivos fiscales a las empresas que contraten a mujeres con DID.
- Reconocer a las empresas que se destacan por sus prácticas de inclusión laboral.
- Fomentar la colaboración entre el sector público, privado y las organizaciones sociales.
- Desarrollar programas conjuntos para promover el empleo de mujeres con discapacidad intelectual y del desarrollo.
Inclusión por parte de la Fundación Amanecer
Como sabes, en nuestro Centro Ocupacional, contamos con formación y talleres que cumplen una labor formativa fundamental para lograr la mayor autonomía posible y, por supuesto, la inclusión laboral de aquellas personas que así lo deseen.
Estos últimos meses, hemos desarrollado varios productos que representan el compromiso, no solo por parte de quienes los construyen con sus propias manos, sino por parte, también, de quienes los compran.
Nuestros productos creados para reivindicar la inclusión de la mujer con discapacidad intelectual o del desarrollo, son la muestra de que la labor de concienciación y divulgación es posible desde cualquier lugar y en cualquier momento, puedes encontrarlos aquí:




Al fomentar el empleo de estas mujeres, estamos contribuyendo a construir una sociedad más justa, inclusiva y diversa. Este 8 de marzo, avanzamos hacia una sociedad más inclusiva con todas las mujeres.